Historia del movimiento «idol» – La Era «Pre-idol»
En 1913, en pleno desarrollo de la era Taisho (rectitud), Ichizo Kobayashi, un acaudalado empresario y político fundó la escuela de teatro Takarazuka Kagekidan, organización de artistas integrada exclusivamente por mujeres cuya característica más importante es el que las actrices interpretan tanto papeles femeninos (musumeyaku) como roles masculinos (otokoyaku).
Kobayashi consideraba que el teatro Kabuki (teatro 100% masculino con una larga tradición milenaria en Japón) era una expresión elitista (no apta para la masa de la sociedad), anticuada y segregacionista -excluía a las mujeres-, por lo que instauró un nuevo tipo de teatro que fuera moderno, con música y bailes inspirados en occidente, y que renovara las expresiones artísticas de Japón con un enfoque que promoviera los valores de la tradición japonesa pero con todos los elementos de la estética y gracia femenina.
Tomando como base el antiguo adagio japonés de «Kiyoku, Tadashiku, Utsukushiku» (pureza, honestidad, belleza), Kobayashi fundamentó en ésta filosofia su nueva escuela de artistas, dando pie al surgimiento de una nueva expresión cultural completamente femenina, renovadora y que cumpliera el doble papel de satisfacer los requerimientos de modernidad y tradición ancestral que caracterizara a Japón. Dicha frase está escrita con letras de oro en el teatro como un legado que Kobayashi impulsó para que perdurara en las futuras generaciones.
Aunque no se les llamó de esa manera, las actrices «Takarazuka» fueron la primer expresión «proto-idol» de lo que es actualmente el movimiento idol Japonés, legado que fué retomado en los años 60s por las primeras expresiones artísticas femeninas y consolidado en los años 70s con la explosión de artistas femeninas que empezaron a utilizar dicha denominación como característica esencial del género.
Por ende, si bien el término «idol» surgió en 1963 con la popularización de Silvie Vartan en la película «Idol wo sagaee» ( leer más en el artículo de yumeki.org) el concepto sincretizó con la definición clásica del teatro Takarazuka, un espectáculo que hasta la fecha reúne a un público (mayoritariamente mujeres) que se interesan por disfrutar de obras románticas protagonizadas por las estrellas «otokoyaku» y «musumeyaku», algunas cuya fama es absoluta por protagonizar magistralmente papeles masculinos y femeninos con todo detalle.
Es importante mencionar que dicho sincretismo entre el teatro Takarazuka y el género idol ha encontrado intersecciones muy importantes, pues muchas artistas idol suelen ser invitadas frecuentemente al teatro Takarazuka para interpretar junto a las profesionales algunas obras de teatro musical, en donde aprovechando la fama de las idols y de las takarazuka se logran producciones magistrales.
Podemos concluír que la escuela Tarakaruza es la hermana mayor del estilo idol japonés actual, siendo el género idol un estilo artístico difícilmente comprendido en occidente que fácilmente es minimizado y llamado simplemente «música pop» cuando tiene tras de sí todo un trasfondo cultural único y característico de la tradición milenaria japonesa que lo hace radicalmente diferente y poco comparable en términos filosóficos y estéticos a lo que se hace en el resto del mundo.
Leer más en «Las idols en Japón, el fenómeno kawaii, las Gals y las adolescentes japonesas.» en yumeki.org
Video: Teatro Musical «Ribbon no kishi» (La princesa caballero) en Takarazuka Revue interpretado por Morning Musume. Opening theme.
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Actualización: 18 febrero 2013