Los años 90s se caracterizaron por ser la época más difícil del movimiento idol japonés. Para las empresas artísticas, el modelo idol basado en una imágen de pureza parecía ya un formato obsoleto, por lo cual comenzó la importación masiva de los formatos occidentales, particularmente estadounidenses.
Para la industria discográfica japonesa, era el tiempo de «modernizarse», impulsar esquemas artisticos que fueran acordes a los tiempos actuales, por lo cual fueron desapareciendo prácticamente la mayoría de las agrupaciones idol existentes. Algunas de ellas, impulsaron el modelo «idol» occidentalizado, impulsando artistas que en un principio denominaron «idols» pero cuya imágen dejó deser «kawaii» para convertirse en esquemas occidentalizados.
Pero no solo en la música idol se mostraron las máximas transformaciones. Ya desde mediados de los años 80s comenzaron a surgir empresas que promovían un cierto tipo de «modelos» a quienes llamaron «gurabia idols» (gravure idols), siendo su principal exponente la agencia «Yellow Cab». Yellow Cab rompió por completo la hasta entonces hegemonía del concepto musical «idol», impulsando «modelos» que simplemente vendían su imágen, no cantaban y su «target» era estrictamente el público masculino y no el público familiar que tradicionalmente era el seguidor de las idols artistas convencionales.
El resultado, fué que surgieron miles de empresas de modelos que con un presupuesto bajo y sin requerir entrenamientos, reglas de ética o estrictas políticas de reclutamiento, comenzaron un mercado de «photobooks» y videos bajo el término «gravure idol», lo que resultó desastroso para la tradición «idol» musical y generó un serio desprestigio al término que por décadas gozó de un profundo respeto y tradición.
Actualmente muchas modelos de revistas y sus agencias han adoptado el nombre de «magazine model» y han dejado de lado el término «idol» respetando la asignación a las artistas que dieron orígen al término. Sin embargo en un intento desesperado por vender sus productos, algunas agencias de modelos siguen empleando el término «idol» bajo un esquema que continúa confundiendo al público pero que reditúa financieramente.
Es labor entonces de los estudiosos del género, defender la definición tradicional del estilo «idol», la cual seguirá enfrentando a un sinnumero de detractores que buscan adaptar el término con fines comerciales, colgándose de su prestigio y tradición.
Yumiko Takahashi, idol de principios de los 90s, solía ser nombrada como «la última gran idol tradicional del siglo XX». Pocos años después, los estilos «modernos» de artistas ocuparon completamente la escena, desplazando casi a la extinción el modelo idol.
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Carlos Peralta is a mexican producer, writer, columnist and promoter of Japanese “idol” music and Japanese pop culture. Creator of “yumeki” concept , chair a online magazine “Yumeki Magazine” (yumeki.org) with daily news about japanese idol music. Also, as a producer, has been creating a japanese-style idol group “yumeki angels” (yumeki.net), mexican girls that follows the japanese idol motto “Kiyoku, tadashiku, utsukushiku” (pureness, honesty, beauty). Occasionally writes some articles at wota.tv, a specialized website of critics and analysis of japanese idol culture.
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